Siendo el padrino del Niño Dios, Roberto García Urbano, estuvo con la población de Purísima del Rincón quien se dio cita la tarde – noche de ayer jueves 26 de diciembre, para arrullar al Niño Dios y dejarlo en su pesebre.
Después de la Navidad y como ya es tradición, en Purísima del Rincón, no se pueden dejar pasar demasiadas horas después de la natividad de Jesús, símbolo de la renovación en este 2024 en que las familias en general, católicas o no católicas son parte de las fiestas.
La noche del 26 de diciembre, reunidos en el Jardín Principal en torno al quiosco niños y adultos rezaron, los cantos de los villancicos fueron seguidos bajo la coordinación de Casa de la Cultura, las velas se encendieron, las lucecitas brillaron y entonces todos pidieron posada.
Roberto García Urbano reunido con la población que ya estaba concentrada, estuvo a arrullar al Niño Dios, a donde llegaron a festejar con serpentinas, además de ofrecer plegarias y desear lo mejor hacia el trayecto del año próximo, 2025.
La imagen del Niño Dios recibió besos y lo dejaron arrullado en la simulación del Nacimiento de Belén, mientras Purísima agradece por el 2024 y se prepara para el 2025, en unidad, en espera que todos puedan avanzar sin distracción.
Así se repartieron 900 bolsas de colaciones, dulces y ponches para una sociedad que mantiene vivas sus tradiciones, costumbres, además de vivir agradecida por cuanto recibe.